¿Alguna vez has soñado con dejar atrás el bullicio de la ciudad y mudarte a un lugar donde el aire sea más puro, las vistas más impresionantes y la vida más tranquila? Es normal, de hecho, cada vez más personas están dejando la ciudad para vivir en la tranquilidad de los pueblos.
Uno de los factores clave es el deseo de teletrabajar desde lugares más tranquilos y económicos. La pandemia ha demostrado que muchas personas pueden desempeñar sus funciones laborales sin necesidad de estar físicamente en una oficina en la ciudad. Esto ha llevado a un perfil migrante rural compuesto principalmente por teletrabajadores, familias que buscan reducir sus gastos y personas que priorizan la salud y el bienestar.
Además, la diferencia en el costo de vida es significativa. Por ejemplo, mientras que el alquiler en Madrid puede rondar los 1.300 euros al mes, en muchos pueblos puedes encontrar viviendas por 250-300 euros al mes. Esta diferencia en costos, junto con una mejora en la calidad de vida, hace que mudarse a un pueblo sea una opción muy atractiva.
Por eso hemos decidido hacer este artículo, donde te daremos toda la información que nos ha llevado años descubrir para que puedas conocer los mejores pueblos para vivir en España.
Frigiliana, Málaga
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Comenzamos con nuestra querida Frigiliana, un pueblo blanco situado en la provincia de Málaga. Conocido por su casco antiguo con calles empedradas y casas encaladas, Frigiliana es un lugar que parece sacado de un cuento. Aquí se respira historia y tradición en cada rincón.
La arquitectura morisca es uno de los grandes atractivos del pueblo, con el Barrio Mudéjar como su joya. Pasear por sus estrechas calles es una experiencia única, donde cada esquina revela un nuevo detalle. Además, el clima es perfecto casi todo el año, lo que lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de la vida al aire libre.
Frigiliana también es famosa por su gastronomía. No puedes dejar de probar el «ajoblanco» y la «miel de caña», productos locales que deleitan a todos los visitantes. Y si eres amante de la naturaleza, estás de suerte, ya que el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama está a un paso, ofreciendo impresionantes rutas de senderismo.
Agulo, La Gomera
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Desde las Islas Canarias, Agulo es un pequeño pueblo en La Gomera que te dejará sin aliento. Este lugar es conocido como «el dulce de La Gomera» debido a su belleza natural y sus pintorescas casas tradicionales. Ubicado en una ladera, Agulo ofrece vistas espectaculares del océano Atlántico y, en días claros, del Teide en Tenerife.
El entorno natural de Agulo es perfecto para los amantes de la tranquilidad y la vida al aire libre. El senderismo es una actividad popular aquí, con rutas que atraviesan paisajes de ensueño y exuberante vegetación. Además, Agulo cuenta con una vibrante vida cultural, con fiestas locales que reflejan la rica historia y tradiciones de la isla.
Aínsa, Huesca
Ubicado en los Pirineos Aragoneses, Aínsa es un pueblo medieval que parece congelado en el tiempo. Su casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, es una joya de la arquitectura medieval, con la Plaza Mayor como punto central rodeado de casas de piedra y calles empedradas.
Aínsa es un lugar perfecto para los amantes de la historia y la naturaleza. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está a poca distancia, ofreciendo paisajes impresionantes y una gran variedad de rutas de senderismo. Además, la gastronomía local es otro punto fuerte, con platos tradicionales que reflejan la rica cultura aragonesa.
Fuengirola, Málaga
Fuengirola, ubicada en el corazón de la Costa del Sol, es un destino que combina tradición y modernidad. Sus largas playas son ideales para relajarse o practicar deportes acuáticos, mientras que el histórico Castillo Sohail añade un toque cultural a cualquier visita. Además, el Bioparc ofrece una oportunidad única para conectar con la naturaleza en pleno centro de la ciudad.
Más allá del turismo, la ciudad ofrece una vibrante vida local, llena de restaurantes, mercados y eventos durante todo el año. Desde saborear un fresco «pescaíto» hasta pasear por el puerto deportivo, Fuengirola es un lugar donde siempre hay algo que hacer. Su ubicación privilegiada también la convierte en una excelente base para explorar el resto de la Costa del Sol.
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Baños de la Encina, Jaén
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Baños de la Encina, en Jaén, es conocido por su imponente castillo de Burgalimar, una fortaleza del siglo X que domina el paisaje. Este pueblo andaluz combina historia, cultura y naturaleza de una manera única.
El casco antiguo de Baños de la Encina es encantador, con calles estrechas y empinadas que conducen a la plaza del pueblo. Aquí, la vida transcurre a un ritmo pausado, perfecto para quienes buscan tranquilidad. Además, la proximidad al Parque Natural Sierra de Andújar ofrece infinitas actividades al aire libre, desde senderismo hasta la observación de fauna.
Bulnes, Asturias
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Situado en los Picos de Europa, Bulnes es un pequeño pueblo asturiano accesible solo a pie o en funicular. Esta característica le otorga un encanto especial, convirtiéndolo en un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y el senderismo.
La tranquilidad y el aislamiento de Bulnes lo convierten en un lugar ideal para desconectar del bullicio urbano. Sus casas de piedra y el entorno montañoso crean un paisaje idílico. Además, Bulnes es conocido por su gastronomía, especialmente por los quesos artesanales producidos en la región.
Genalguacil, Málaga
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Genalguacil es un pueblo situado en Málaga, conocido como el «pueblo museo» de Málaga, debido a las obras de arte que adornan sus calles gracias a los encuentros de arte que se celebran cada dos años. Todos los que visitan este pequeño pueblo en la Serranía de Ronda coinciden en una cosa: es una combinación de naturaleza, arte y tranquilidad.
Las estrechas calles de Genalguacil son conocidas por sus casas blancas decoradas con coloridos maceteros. El entorno natural que rodea al pueblo es perfecto para rutas de senderismo y disfrutar de la flora y fauna local. Un aspecto que no debemos pasar por alto es el de la comunidad local. Al llegar, te reciben como si fueras del pueblo, lo que te hace sentir parte de ellos desde el primer momento.
Peñíscola, Castellón
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Peñíscola, en la provincia de Castellón, es un pueblo famoso por su impresionante castillo templario que se alza sobre una roca rodeada por el mar Mediterráneo. Este pueblo destaca por ser una combinación de historia, playa y un excelente clima, lo que lo convierte en un destino ideal tanto para vivir como para vacacionar.
El casco antiguo de Peñíscola se caracteriza por sus calles empedradas y casas blancas, y ofrece un ambiente encantador. Además, la oferta cultural y de ocio que tiene este pueblo es extensa, ya que cuenta con festivales, mercados y una gastronomía que destaca por sus mariscos y pescados frescos. Para concluir, otro aspecto que no debemos pasar por alto son las playas de Peñíscola, perfectas para disfrutar del sol y el mar durante todo el año.
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